Parroquia de la Vearcruz, declarada monumento histórico del Barrio Lastarria.
El Barrio Lastarria se ha transformado en un ícono de la cultura y la gastronomía santiaguina, con una serie de cambios desde su creación, que lo hacen un fiel representante de la idiosincrasia nacional.
El Barrio Lastarria se caracteriza por ser uno de los sectores más recorridos de todo Santiago. Con decenas de restaurantes y bares, además de los variados museos y galerías de arte que existen, hacen de esta zona de la capital un lugar muy atractivo para cada persona, ya sea turista o un simple transeúnte que lo visite.
Sin embargo, desde su creación, a mediados del siglo XIX , el Barrio Lastarria ha sufrido una serie de cambios, que pasan desde su infraestructura, hasta de quienes lo habitan, para transformarse en lo que hoy muchos conocen, un lugar de trascendencia cultural y social, que hacen que sea un barrio muy distinto a los demás.
Se le han realizado variadas renovaciones a este lugar, desde la remodelación que se le hizo a la fachada de la Parroquia de la Vera Cruz, como también una serie de cambios a diversas edificaciones.
Alguien que ha vivido estos constantes cambios es Luis Lillo, dueño de la Librería Psiquis, quien cuenta que lleva 15 años atendiendo a los fanáticos de la literatura contemporánea, señalando que “este barrio ha sido librero desde que yo tengo memoria”, además de relatar las variadas remodelaciones que se le han efectuado a este sector de la capital, algunas que le ha tocado vivir personalmente.
“Se han hecho algunos cambios en el barrio, como fue la transformación que se le hizo a la calle Lastarria, hace como cinco años”, señala Lillo, en donde se remodeló esta calle, para convertirla en un pequeño paseo peatonal, que comienza en la intersección en calle Rosal, y termina con Merced.
Asimismo, Luis Lillo manifiesta que el ensanchamiento que se le hizo a la calle Merced por la implementación del Transantiago, ha sido perjudicial para la mayoría de los locatarios. “Antes había un paradero por aquí (frente a la calle Lastarria) pero ahora ya no existe, es muy poca la afluencia de público que hay, comparada con años anteriores”, manifiesta molesto este “librero”.
Sin embargo, para él, han sido relativamente buenos los cambios que se le han hecho a este barrio, puesto que han mejorado ostensiblemente las visitas que se le hacen a este lugar.
“Se han instalado nuevos restaurantes y cafeterías, como Cafetería Utopía, las que han hecho del Barrio Lastarria un sector de renombre de la comuna de Santiago”, recalca Luis Lillo.
Para Patricio Fuentealba, administrador del cine El Biógrafo, ha estado trabajando en el Barrio Lastarria desde que llegó a la alcaldía de Santiago Jaime Ravinet, pasando por Joaquín Lavín, Raúl A lcaíno, hasta el actual mandato de Pablo Zalaquett, en donde ha podido apreciar los cambios que ha sufrido este barrio, los que han sido enfocados en especial medida al sector gastronómico y cultural.
“Hemos podido apreciar la constante remodelación de este barrio, como se ha transformado en un lugar gastronómico de importancia y como también han aparecido variadas manifestaciones culturales, como es el Museo de Artes Visuales, y también algunas facultades universitarias”, manifiesta con seguridad Fuentealba.
Además, señala que esta renovación ha podido ampliar la gama de ofertas en materia cultural que posee el Barrio Lastarria, las cuales han hecho que aumentan las visitas, y por consiguiente, el respaldo de la ciudadanía a este recorrido sector.
Diferente a los demás
Algo que hace que este barrio sea distinto a los demás, es su variada oferta gastronómica y cultural, la que hace que miles de personas lo visiten constantemente. Sin embargo, el auge que han tenido variados sectores de Santiago puede que hayan afectado en materia económica a los locatarios de esta zona.
El Barrio Bellavista es un fiel exponente de esta alza comercial, con más de 100 años de historia, este sector que une a la comuna de Santiago y Recoleta, se caracteriza por ser un barrio bohemio, rodeado de bares y discoteques, los que son visitados constantemente los fines de semana por cientos de jóvenes deseosos de desenfreno.
Para Mario Gottlick, dueño del restaurant Living del Té, este auge que ha tenido el Barrio Bellavista no ha sido sinónimo de pérdidas económicas en su local, ni menos en el Barrio Lastarria.
“No hemos tenido problemas con el Barrio Bellavista, porque es distinto el público que los visita a ellos, que del que tenemos nosotros. Ellos van a bailar, mientras que acá vienen a comer”, sostiene Gottlick.
Algo parecido es lo que señala, Rodrigo Aguilar, administrador y chef del restaurant Zabo, quien sostiene que “las ventas no han disminuido, no tienen nada que ver este barrio (Lastarria) con el `Bella´ (Barrio Bellavista), son públicos totalmente diferentes”.
Lo mismo piensa Patricio Fuentealba, quien señala que el público que principalmente visita el Barrio Lastarria es turístico, quienes desean conocer con la luz del sol, todas las bondades que puede ofrecer este sector, como puede ser el cine.
“Son muchos los extranjeros que vienen, además de gente que trabaja por este sector, que son habitué del barrio porque lo conocen, así que no nos afectado para nada la incursión de Bellavista”, señala el administrador de cine El Biógrafo.
Es posible apreciar que son muy notorias las diferencias que tienen ambos barrios, los cuales no son visitados por públicos muy parecidos, ya que por un lado, son jóvenes que desean disfrutar una noche de parranda y otros que quieren pasear y ser parte de la cultura santiaguina.
Felipe Núñez C.
http://www.barriolastarria.com/cafeteria_living_del_te_barrio_lastarria.htm










